viernes, 31 de julio de 2009

Las multinacionales democráticas


No todo está perdido para el pueblo hondureño y para su democracia. Adidas, Nike, Gap y Knights Apparel se han dirigido por escrito al inquilino de la más famosa casa blanca que hay en Washington, distrito de Columbia, E.E.U.U., para implorarle que apoye decididamente -y promueva- el retorno de Zelaya al poder.

Como empresas fabricantes de productos en suelo hondureño, sostienen que las cosas les van igual de bien ahora que antes de la llegada de Micheletti y que su postura se debe exclusivamente a razones de ética y no de negocios. Si damos crédito a esto, tendremos que pensar que la mano de obra barata no se ha dedicado, en ningún momento, a hacer huelga de brazos caídos en señal de protesta ante el golpe de estado. O que ningún camionero del país ha optado por aparcar estratégicamente su herramienta de trabajo, colapsando las principales rutas de exportación. Las multinacionales aseguran que pueden fabricar y exportar igual que lo hacían antes. Vale, aceptamos pulpo. Quieren la democracia y son unas marcas chachonas. Me lo creo.

Hasta ahora, el tipo chachón de la película era Obama. A ver cómo sale de esta. Llevaba días con los ojos de todo el estadio mundial puestos en su persona, esperando una jugada maestra suya, una escapada brillante que acabara en gol, aunque fuera en el último minuto. Muchos días dando a entender que él quería marcar, que estaba frito por marcar, pero que no le pasaban el balón y que, además, no podía enfrentarse él solo al equipo multinacional. Pero han sido precisamente los centrales de este equipo los que acaban de dejarle la pelota muerta ante la línea de gol, para que remate a placer. Sólo tiene que darle con la puntita. O quitar al hooligan que ha saltado al campo desde la grada ultra para cubrir la portería (Micheletti, creo que se llama). Haciendo esto último, el balón entra solo: democracia 1 - fascismo 0.

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