domingo, 15 de marzo de 2009

Cuidado con los resbalones


Nota aclaratoria: Escribí esta entrada hace una semana, pero he creído conveniente no publicarla hasta hoy, con el festival ya clausurado o a punto de hacerlo.

Al final va a ser cierto que el X Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria ha arrancado sin alfombra roja. Desde hace semanas lo venía leyendo en los titulares, pero creía que se trataba de una metáfora para significar que el nivel de gastos se reduciría en comparación con el boato de las anteriores ediciones. Ha resultado no ser una metáfora y este año no hay alfombra.

Si la jugada obedece a una audaz estrategia de marketing sin precedentes, dispuesta a situarnos en el orbe como el único festival de cine cuya inauguración acontece sobre el pavimento crudo, pues vale. Además de audaz, me parece fascinante, como todo lo que conlleva cierto espíritu transgresor, y sólo cabe desear a la iniciativa la mejor de las suertes. Pero si lo que querían nuestros dirigentes es hacernos saber que hay crisis, ya les digo yo que no hace falta, gracias, que lo sabemos desde hace bastante tiempo, porque nuestros sueldos nos lo dejan bien clarito desde la primera semana del mes. Y si lo que buscan es que pensemos que se solidarizan con nuestra miseria y que nos acompañan en el sentimiento, improvisar unos músicos ataviados como vagabundos, interpretando alguna marcha fúnebre, al pie de la escalinata, habría sido muchísimo más acertado. Y bastante más original, por cierto, aunque tal vez algo más caro, claro.

Yo, ignorante de mí, de haber podido elegir, para abaratar costes habría limitado el número de cañones del escenario del carnaval o habría salvado de la quema a dos o tres voladores de los gordos en el entierro de la sardina. En cualquiera de ambos casos, no creo yo que nadie hubiera reparado en su ausencia. Pero una alfombra... y roja... y en la inauguración de un festival internacional de cine... que
algunos incluso valoran entre los mejores de España... ¿no habría sido mejor hacer los recortes en otros apartados presupuestarios menos expuestos a los flashes, como, por ejemplo, en los sueldos, dietas y demás emonumentos de los que deciden estas cosas?

Nota aclaratoria 2: Esta misma noche y dentro del festival he podido indagar algo sobre la ausencia de la alfombra y sólo puedo decir que estoy de acuerdo con la decisión tomada. Aunque desde fuera cueste algo comprender la resta de glamour, lo cierto es que me parece que ha habido buenas razones. En cualquier caso, no me corresponde a mí exponerlas. Faltan explicaciones de cara al espectador, pero no soy yo quien debe darlas. Eso también va en el sueldo.



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