lunes, 26 de octubre de 2009

PP nuestro, que estás en los cielos...


Las encuestas dicen que si el próximo domingo se celebraran elecciones generales, Mariano Rajoy sería el presidente de todos los españoles. La atropellada y torpe gestión por parte de Zapatero de la crisis económica tiene su parte de culpa, qué duda cabe, pero no es menos cierto que la crisis gürteliana del PP no parece que le pase factura alguna al principal partido de la oposición. Por increíble que parezca, los votantes del PP parecen estar encantados con los nuevos lodazales que cada día van apareciendo en los vasos sanguíneos de la formación política con mayor número de militantes que hay en España. Un partido que se declara incompatible con cualquier clase de corrupción. Yo no entendía qué clase de mecanismo psicológico anda activo en estos votantes, para llegar a esta aparente contradicción. No lo entendía, hasta que leí lo siguiente en el espléndido manifiesto ateísta de Sam Harris, hace tan sólo unas pocas horas:

"[...] Si los residentes de Nueva Orleans se hubieran contentado con confiar en la caridad del Señor, no se habrían enterado de que un huracán asesino se abatía sobre ellos hasta sentir en sus caras las primeras ráfagas de viento."

Sabemos que el Katrina asoló esa ciudad de E.E.U.U., dejando un reguero de muerte a su paso. Pues, pese a ello, continúa Sam Harris:

"Sin embargo, una encuesta realizada por el Washington Post reveló que el 80 % de los sobrevivientes del Katrina afirmaban que el acontecimiento había reforzado su fe en Dios."

Asombroso pero cierto, el mecanismo de la fe ciega puede ser trasvasado con facilidad a lo que está sucediendo en España en términos políticos. Incluso en el hipotético caso de que el Huracán Gürtel acabase devastando las estructuras de todo el PP entero, sus votantes probablemente verían reforzada su fe en la única luz y guía que, hoy por hoy, tienen. Mariano, enhorabuena, estás salvado.

Aunque no del fuego amigo, que lo sepas.

1 comentario:

  1. Muy buena reflexión Miguelo. Asombroso mecanismo de la fe CIEGA....que penita

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