viernes, 16 de octubre de 2009

Homer Simpson es un fiasco


1. Yo no he sido.
2. Estaba así cuando llegué.
3. Buena idea, jefe.

Si hacemos caso a la singular charla padre-hijo que Homer le endosa a Bart Simpson, son éstas -y no otras- las tres frases que te aseguran el éxito en la vida. Ricardo Costa ha venido aplicando este guión al pie de la letra en los últimos años y, especialmente, en los últimos días. Todo iba bien, pero los tres mandamientos homéricos del triunfador, de repente, han perdido su magia como por ensalmo. Ninguno le funciona. Si dice "yo no he sido, quiero defender mi honor", le niegan la comisión interna que solicita. Si dice "estaba así cuando yo llegué", a quien hacen responsable es a él, mientras otros se van de rositas, por lo bonito. Y ya no dice "buena idea, jefe", porque no tendría sentido. En lugar de eso, llora. Yo haría lo mismo. Jamás hay que fiarse de los consejos de Homer Simpson (por mucho que dirija la central). Son un fiasco, Ric.

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