Pánico a los espejos

La Iglesia Católica Apostólica y Romana parece estar a disgusto con la última película de Amenábar, Ágora. Dicen en la radio de los obispos: “Hipatia aparece en la película como la víctima de un cristianismo desalmado y cruel que prefiere la espada a la inteligencia, y la fuerza a la mansedumbre”. También dicen: “Amenábar recurre al enfrentamiento entre la cosmovisión cristiana y la pagana, en un contexto histórico muy alejado de nuestras coordenadas, para emitir una sentencia histórica: si el paganismo fue luz, el cristianismo no ha sido otra cosa que oscuridad”.

Dando por discutible la relación entre luz, oscuridad, raciocinio y fe, la película retrata un hecho histórico fehacientemente documentado. A la Iglesia Católica Apostólica y Romana - enemiga de la Teología de la Liberación y celosa guardiana, en pleno siglo XXI, de la herencia medieval que tantos esfuerzos le costó ganar con el sudor de la guerra, el sudor de la guerra, el sudor de la guerra... - no le gusta verse en el espejo.