Abarrotá, estaba abarrotá...

Leo la cifra: 2.000.000 de manifestantes, según la organización provida que organizaba el sarao (por cierto, yo también estoy a favor de la vida). Vuelvo a leer la impresionante cifra en internet, donde aparece con obstinada y mántrica reiteración en muchísimos comentarios encendidos. Me pregunto si a estas alturas no la habrán dado también en algún telediario o informativo radiofónico serio. Va a ser que sí, me temo.

Como una mentira dicha mil veces acaba siendo verdad -y a mí me disgusta profundamente que las mentiras se conviertan en verdades-, aclaro: el número de manifestantes que acudieron a la mani contra el aborto -Aznar y su ego incluidos- es 55.316, con un 15% de margen de error, arriba o abajo. ¿Que cómo lo sé? Pues porque ahora ya existen herramientas más precisas que el ojo del buen cubero, del buen organizador, del buen policía o del buen crítico escéptico. El sistema Lynce se sirve de un software capaz de contabilizar las cabezas de los asistentes partiendo de fotos aéreas de alta definición. Los cuenta de uno en uno. Así de fácil (aunque con Aznar, ya digo, no descarto que tuviera alguna dificultad).

2.000.000 de personas habrían cabido en el espacio físico ocupado por la manifestación, sólo si en cada metro cuadrado se hubieran citado 41 individuos. Y esto, como bien advierte Nacho Escolar, es mejor no intentarlo en casa.

El sistema Lynce ya se empleó con anterioridad para contabilizar los asistentes a la última marcha del Día del Orgullo Gay en Madrid. Frente al millón y medio estimado por la organización, asistieron 58.171 personas. (Vía Escolar.net).

Ya tenemos datos reales y fiables de lo que pasa en la calle que solía ser de Fraga. Ahora sí que podemos empezar a hablar con fundamento de lo que verdaderamente interesa a los españoles.