miércoles, 28 de octubre de 2009

Mi ecuanimidad


Me decía un buen amigo hace pocos días que le gusta mucho este blog, pero que doy leña sólo para un lado y que eso le resta ecuanimidad. No lo dijo con estas palabras, pero ésa era la intención, supongo. Yo le dije que, efectivamente, igual que me meto con Rajoy, tengo motivos sobrados para meterme con Zapatero. Me convendría darle estopa a él también, para elevar el nivel, siempre según mi amigo.

Y yo me he puesto a cavilar, claro, porque de este amigo en concreto sólo conozco buenos consejos y creo que no le falta razón. No me costaría nada -pero nada, nada- ejercitar de vez en cuando la puntería con las torpezas del gobierno actual o dirigir la inquisidora linterna del acomodador a las disparatadas salidas de tiesto de nuestro actual presidente, que las tiene y muchas. Tal vez así incluso ampliaría las ya ingentes cifras de visitas por segundo que ostenta este su blog de ustedes. Pero no lo haré, y la razón de fondo por la cual no lo hago, ni lo he hecho hasta ahora, me la acaba de recordar Don Ricardo, a quien Dios libre de todo mal por muchos años. Dice esto:

"No olviden ustedes nunca que la derecha fusilaba a la gente en este país hace apenas 40 años. Que no están tan lejos aquellos tiempos que doña María San Gil consideraba que eran tiempos de paz y don Jaime Mayor Oreja vivía con tranquilidad. Pues eso, que se acuerden, que nunca viene mal acordarse de las cosas."

Si alguna vez me meto con este gobierno será por blando y colaboracionista con la desmemoria. Así que mejor no empiezo con las críticas, porque de lo contrario, de rojo me paso a bermellón. Y entonces, ni rastro de la poca ecuanimidad que aún me queda.

Pero gracias mil, amigo mío, por el consejo.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por la mención don Miguelo, per ha de saber que a Dios le tengo desafiao con mi ingente y compulsiva ingesta diaria de colesterol.

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  2. Lo sé, lo sé, don Ricardo. Conozco sus célebres crónicas gastronómicas de cocidos madrileños por doquier. Un honor tenerle por aquí.

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