Interstate Love Song es mi canción preferida de los Stone Temple Pilots. Después de haber observado a Scott Weiland contonearse así en el vídeo, pensaba escribir unas líneas a propósito del sorprendente poder litúrgico y de congregación que el rock sigue teniendo, pese a que no suele emplear dioses ni balones o árbitros en sus eventos públicos, pero es domingo y no quiero ponerme borde con los curas de este país (aunque no me falten motivos). Mejor tengamos por hoy la fiesta en paz. Mañana será otro día.
A Javier Ortiz, algún tiempo después
Hace 1 año
Buen tema Miguelo...
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