viernes, 25 de septiembre de 2009

Con exigencias a mí...


Ayer tocaba reprobar, o no, a Benedicto XVI y su machada de negar la efectividad anti-sida del condón durante su gira africana. El Congreso no secundó la petición de reprobación de IU-ICV que votó a favor en solitario. Aún así, el 'obispero' anda revuelto. Exige -exige, ¿eh? ojo al dato- que las instituciones del Estado no intervengan en las instituciones de la Iglesia. Vale. Yo también secundo que el Estado permanezca al margen de los asuntos de la Iglesia, pero además espero de la Iglesia que haga lo propio, se desmarque del Estado y deje de poner la mano. A ver si vamos separando poquito a poco este agua y aquel aceite que siguen empalagosamente juntos después de cuarenta años de revoltura nacional-católica continuada. Ya va siendo hora de exigirlo de verdad. Esto sí.

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