Patriot Act

A Bush le faltó tiempo para correr a firmar la Patriot Act, conjunto de leyes restrictivas sacado de la manga de aquella manera, con la excusa de no dar la más mínima oportunidad al terrorismo. Fruto de ese entuerto es por ejemplo lo que lleva sucediendo en Guantánamo desde 2001 y que atenta contra el Derecho Internacional, los Acuerdos de Ginebra, la decencia, el sentido común y todo lo que se ponga por delante. La ley del Far-West internacionalizada por obra y gracia de George W., el impresentable elegido por Dios para poner el mundo patas arriba.

Y cuando la dichosa Patriot Act, por aquello del paso del tiempo, estaba a puntito de caducar y de pasar a mejor vida, va el 'yeswecan' de Obama y nos la renueva por un año -aunque haya sido a regañadientes, que los republicanos han apretado mucho- y, con ella, se prorroga la autorización para interceptar las conversaciones de cualquier persona en cualquier teléfono que use y para hacerse con documentos y propiedades personales considerados clave en una investigación, acciones que deben ser aprobadas previamente por un juez. Un juez que -presumo- tampoco se va a poner quisquilloso a estas alturas, al igual que no ha habido quisquillas para con los presos guantanameros durante todos estos años. Muy malas noticias, pues, desde Obamalandia.