domingo, 5 de abril de 2009

Domingo Nilsson


Serán los brillantes arreglos de cuerda, será la letra que describe tan bien la soledad, será esa caja con escobillas que no cambia nunca y que suena a tren, o será que la oí por primera vez con tres años y los hipnóticos falsetes del final se me quedaron grabados para siempre. Es una de mis canciones favoritas y no hay responso que se le pueda comparar. Escúchenla, vayan luego a misa y si encuentran allí algo mejor, cómprenlo.


3 comentarios:

  1. Enorme canción y enorme Nilsson. Me has alegrado el dia con este temazo.

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  2. Preciosa canción. Y qué bien se ajustó a Cowboy de Medianoche, también hermosa película.

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  3. Me pasa lo mismo que a tí con esta canción del viejo Harry Nilsson, y como con muchas otras suyas. Me traen recuerdos de la infancia y de momentos de mi vida en los que, con alguna lágrima en los ojos, las pones con la esperanza de que te ayuden, pues la música entre otras cosas, sirve para eso, para elevar el espíritu. Era el artista americano favorito de los Beatles, conozco su estupenda discografía (te recomiendo el disco "Harry" es uno de mis favoritos, año 68)y me entristece que muriese prácticamente en el olvido, destrozado por los efectos del alcohol, y dejando desolada una familia con varios hijos, los cuales ahora luchan por que su padre ocupe el lugar que merece en el mundo de la música.

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