miércoles, 15 de abril de 2009

Anticonstitucionalidad concertada


El Gobierno de Cantabria ha retirado el concierto público a un colegio del Opus que no acepta niñas. El colegio en cuestión tiene sus razones para no aceptar a las féminas, no se vayan a creer. Las exponen, así de claritas, en su sitio web: "En la escuela mixta surgen con frecuencia inconvenientes importantes para atender la diversidad de los alumnos porque un aula mixta presenta variables emocionales, conductuales y evolutivas mucho más acentuadas y dispares que un aula para alumnos de un solo sexo." Ya puestos, sustituyamos 'sexo' por 'raza' , 'clase social' o 'color del pelo' y así evitamos los 'inconvenientes importantes' derivados de la diversidad y las variables evolutivas, ¿qué problema hay? 

El problemita -que diría Flanders- es que tales distinciones son anticonstitucionales. Así que el Gobierno de Cantabria ha retirado el concierto público a un colegio del Opus que no acepta niñas. Muy bien. Ha hecho lo que tenía que hacer y que cunda el ejemplo. Pero para mí que la medida se queda corta. El colegio, en adelante tirando sólo de fondos privados, seguirá rechazando al sexo femenino. Me dirán que allá cada cuál con su dinero. Yo les diré que la forma de proceder de todos esos colegios -porque el cántabro Torrevelo desgraciadamente no es el único- seguirá siendo anticonstitucional, por mucho que la sufraguen millones de socios.

Porque una cosa es montar un
british club para tomar el té que sólo admita socios masculinos y otra muy distinta intervenir en la educación de los niños para pervertirlos, aislándolos del mundo real e incumpliendo a sabiendas las leyes que, en ese ámbito específico, tienen por finalidad promover el trato igualitario entre las personas, sin distinción de sexos, razas o credos. Todos estos colegios son delincuentes anticonstitucionales. ¿Hay algún fiscal en la sala y se mete en faena? Garzón, s'il vous plaît...


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