La de hoy es una crónica muy breve, pero no menos intensa. Desde ayer, víspera del gran día de la reunificación alemana, en Berlín, refulge una Luna muy especial. Aunque sólo pesa 3.430 gramos, es grande, grande, grande. Bajo su luz, la ciudad -e incluso diría que el universo entero- se ve con otros ojos.
A Javier Ortiz, algún tiempo después
Hace 1 año
Grande la Luna , Grande Mila.....Felicidades desde Santa Brígida
ResponderEliminar¡cuanto me alegro!...¡que milagro de la naturaleza! y ademas es preciosa...entiendo que esten emocionados...felicidades y abrazos
ResponderEliminarLuna preciosa, bienvenida al planeta Tierra...tienes la mejor compañía de mundo¡¡¡
ResponderEliminarFelicidades familia¡
¡¡Enhorabuena familia,me alegro mucho por la llegada y que todo sea prosperidad y felicidad!! Un abrazo
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