sábado, 24 de abril de 2010

Escenas Celestiales LIII


- ¿Cómo se encuentra, Sr. Donoghue?
- Estupendamente. ¿Cuántos siglos han pasado desde mi muerte?
- Mil ciento cuarenta y dos.
- ¿De verdad estamos en la constelación de Orión?
- Oh, sí.
- ¿Hasta dónde ha llegado la raza humana?
- Desde hace 3.000 años abarcamos todo el universo observable en su época.
- ¿Cómo ha sido posible?
- A través de la investigación y la ciencia, obviamente. Las posibilidades estaban ahí, al alcance de la mano, pero había que desentrañarlas.
- Pero hay limitaciones espaciotemporales...
- Que desaparecen cuando la existencia no depende de un soporte biológico.
- ¿Cómo es eso?
- Al principio de los tiempos, en la época de la que usted procede, la conciencia humana inventó la computación mediante máquinas. Con el paso de los siglos, la computación se fue sofisticando y las máquinas también. La verdadera historia de la Humanidad comenzó con la llegada de los ordenadores cuánticos que permitieron el registro y procesamiento de información de forma ilimitada. El trasvase de información entre el primigenio cerebro biológico y el cerebro cuántico puro hizo finalmente que el soporte biológico se volviera obsoleto. Durante una larga época, muchos seres humanos eligieron entre una existencia corporal como la que usted tiene y una existencia desprovista de soporte material. Una existencia de conciencia y nada más. Eso sí, algunas conciencias decidían pasar temporadas más o menos largas en cuerpos biológicos, para volver después a su estado natural.
- A ver si lo entiendo. La raza humana de hoy, ¿no tiene cuerpo biológico?
- Exacto. Nuestras conciencias inmortales tienen recursos suficientes para trasladarse por todo el Universo y, desde hace 3.000 años -ayer mismo, como quien dice- por el Espaciotiempo. Por eso está usted aquí.
- Pensaba que me había mantenido congelado en los hielos de la Antártida.
- Y así fue, mientras existía la Tierra.
- ¿Ya no existe?
- Desapareció hace 10.578 años. Y ahora descanse, amigo mío. En cuanto se haya repuesto, seguiremos con las lecciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se permite la entrada, cómo no, a todas las ideas.
Se prohíbe la entrada, cómo no, a cualquier insulto.