miércoles, 14 de abril de 2010

Egunkaria


La Audiencia Nacional ha venido a dar la razón a quienes sostenían desde el principio que el cierre del periódico Egunkaria era una temeridad antidemocrática. Nada en la actividad de este diario vasco indicaba que tuviera relación alguna con ETA. No había pruebas de tal cosa porque, sencillamente, no había tal cosa. Lo que entonces calentó los cascos del juez Juan Del Olmo -y del PP y PSOE que aplaudieron con brío su anticonstitucional resolución de cierre, el 20 de febrero de 2003- fue el hecho ciertamente sospechoso de que Egunkaria se editara exclusivamente en vasco. Eso es sagacidad: Si no tenían nada que esconder, ¿por qué no se expresaban en cristiano?

Bromas aparte, lo triste es constatar el poco sentido democrático que tienen los dos partidos mayoritarios que arrastran a millones de personas en este país. Un país que quedó huérfano de la figura de su mentor allá por 1975 y que aún hoy le rinde culto. Un país que parece buscar desesperadamente sucedáneos que lo acaudillen y le den seguridad. Un país abotargado que aún no ha salido de la adolescencia -que no quiere salir de la adolescencia-, que se muestra torpe e inexperto en cosas que deberían ser más que evidentes y que sigue teniendo la cara llena de granos. Un país que está tan cerca de Europa como la Luna del Sol.

Lo mínimo que espero es un resarcimiento a todos los periodistas y editores de Egunkaria y que les vuelvan a poner el chiringuito incluso mejor de lo que estaba. En realidad, deberían salir todos en peso (jueces, fiscales y políticos palmeadores de la medida de Del Olmo) a entonar un mea culpa y a reconocer de una vez ante todos los españoles y ante el Mundo que en España nos pasamos la ley por el forro cuando nos conviene, tal como denuncian constantemente Amnistía Internacional o Human Rights Watch. Pidiendo perdón y jurando por la cuquita del niño jesús no volverlo a hacer, tal vez consigan quitarme las ganas que tengo ahora mismo de cagarme en todos sus muertos. Que son más de 30 años ya, ¡leche!, y parece que estamos como el primer día (y perdonen que este post esté escrito con las tripas más que con la cabeza, porque es 14 de abril y estoy celebrando el Día de la República).

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo; no puede uno deshacerse en halagos, ni mucho menos, hacia el Gobierno, la oposición, el Poder Judicial etc, porque estamos viviendo un auténtico disparate actualmente. Se tapa la boca a los que hablan o dicen lo que piensan y se perdona la vida a los que se equivocan, a los que roban, a los que mienten...Y cierto es, como bien dices, que la mentalidad de este pais no cambia, desgraciadamente. Tenemos, como le escuché a alguien una vez, mentalidad de servidumbre, o como decían los franceses, "laisser faire, laisser passé" (aunque sin darle el sentido exacto a esta máxima, o por lo menos aplicándola a determinados ámbitos) se dejan pasar cuestiones graves y por otra parte se habla de atentados contra la democracia cuando interesa.La libertad de expresión, en este caso la de prensa, parece que no entra en ese contexto y eso que estamos hablando de una premisa fundamental en un Estado de Derecho,por la que muchos dieron su vida, pero...Diariamente me doy con la cabeza contra las paredes con las noticias y de verdad, a veces dan ganas de no enterarte, algo imposible por otra parte, pero, si, demasiada hipocresía, demasiadas injusticias, volvemos a lo que ya hubo en otras épocas que no fueron mejores, ni mucho menos. Y si como dices esperas un resarcimiento, espérate sentao no vayas a terminar con varices en las piernas.

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