Walter Mixa, el señor de la fotografía, con pinta de serio -no hagan caso del gorrito- y obispo de Augsburgo (Alemania), asegura que la pederastia en los colegios religiosos se debe fundamentalmente a la revolución sexual "en la que hubo críticos de la moral especialmente progresistas que preconizaban el contacto sexual entre adultos y menores".
Mixa reconoce la existencia de casos de pederastia, pero atribuye su proliferación a que, en el pasado, los responsables de la Iglesia fueron demasiado ingenuos a la hora de valorar los abusos sexuales cometidos por religiosos. "Probablemente, los cargos responsables en la Iglesia se adaptaron demasiado al espíritu de la época que incluso en el derecho penal propagaba la resocialización en lugar de la cárcel", dice el obispo. Traduzco: Si la Iglesia fue demasiado blanda con los pederastas, es porque se dejó llevar por el cachondeo generalizado de la época. Una vez más, la culpa les es ajena. No hay necesidad de contrición ni de arrepentimiento, porque Dios -como siempre- está de su parte. No fueron los curas, la culpa fue del Cha-cha-chá (que les volvió caraduras por la más pura casualidad).
Este argumento para justificar su comportamiento es el colmo de todos los colmos. La culpa es del Derecho Penal de la época,y del cachondeo generalizado. Puestos a seguir criterios generalizados ¿por qué no se plantean permitir el uso del preservativo en Africa, para que no haya más muertes por contagio, que eso si es una desgracia generalizada? No saben a que agarrarse para justificar sus errores; es lamentable que lleven tantos años formando parte de la sociedad. Con la Iglesia hemos topao.
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