Si ya resulta bastante hiriente que un ayuntamiento se haga cargo de la decoración de una ermita invirtiendo en ello los dineros públicos -y más en los tiempos que corren-, que los que aparezcan en los decorados sean los propios familiares del alcalde es algo digno del mejor de los Berlangas. El alcalde de Herrera de Pisuerga (Palencia) niega la mayor y, aunque reconoce que hay parecido entre las figuras del fresco y su muy querida parentela, dice que él no ha tenido nada que ver, que serán cosas del pintor, de su hiperrealismo y de la libre elección de los modelos. Vaya lotería.
Esto no pasaría de simple anécdota, si no fuera porque revela una peculiar y ladina manera de entender lo público, ya sea en lo que se refiere al dinero o a los servicios. Y esto, en modo alguno, es atribuible en exclusiva al edil palentino, porque ahí están, para quien quiera verlos, otros ejemplos muy ilustrativos de apropiación indebida: el uso partidista que se hace de los canales de televisión pública Telemadrid o Canal Nou; la cesión de céntricos y muy valiosos terrenos públicos a la iglesia católica by the pretty face (Parque de Las Vistillas, en Madrid), los campos de golf impuestos con calzador para forrar a unos pocos, todo el tema Gürtel y también, mira tú por donde, la medallita del Congreso de EE.UU. que Aznar intentó agenciarse para su uso y disfrute personal, aunque pensara pagarla con el dinero de todos los españoles. El Tribunal de Cuentas lo está investigando. O eso nos dicen, no sé si porque nos toman por tontos. En este país ya va haciendo falta un periodista como Luis Carlos Prates.
Hombre, desde luego es tremendo que los impuestos municipales se gasten en esto, sobre todo como dices, en estos tiempos. Encima anoche volví a ver "Camino" y estoy que trino. Pero, no hay que irse lejos; aquí los alcaldes capitalinos se preocupan siempre en re-re-reformar lo mismo (véase Vegueta, Teatro)y gastar en Carnavales, para tener al personal distraído cada vez que se pueda, mientras el extrarradio sigue con las mismas deficiencias de siempre (alcantarillado, carreteras etc, etc). Y si hay algún alcalde, encima, de la zona del casco viejo, pues apaga la luz y vamos. Todavía no entiendo por qué para acceder a la carretera de Tafira, desde la autopista, tengo que dar la vuelta por Rafael Cabrera, o entrar por Vegueta (bueno ahora tampoco, que están rerereformando),menuda chapuza. Incluso los hay peores, que han vendido patrimonio municipal caro, para recomprarlo barato entre otros trapiches, a esos habría que colgarlos de una vez. Ufff ,Esto es demasiado. Aunque en esta capital ha habido alcaldes hechos de otra madera, pero eso fué hace mucho tiempo...
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