sábado, 3 de septiembre de 2011

Escenas Celestiales CXXV


Y luego está todo ese royo de la luz y de la niebla blanca y del fulgor divino y demás pamplinas. Yo no sé de dónde se han sacado todo eso, si en realidad el cielo es más oscuro que el tizón y en ningún lugar del orbe existe una negritud parecida (ni siquiera en el espacio interestelar o en los agujeros negros). Esto es algo de lo más obvio y que no se dice porque no interesa, pero tampoco hay que tomárselo a mal. ¿Qué más da que la eternidad sea opaca, luminiscente, en tecnicolor o en blanco y negro? Como las almas no tienen ojos, tanto da. Y si resulta que ven con los 'ojos del alma', suponiendo que tal cosa exista, pues lo mismo, porque verán sólo lo que quieran ver, como corresponde a cualquier creyente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se permite la entrada, cómo no, a todas las ideas.
Se prohíbe la entrada, cómo no, a cualquier insulto.