"¿Por qué, Señor, permaneciste callado?, ¿cómo pudiste tolerar todo esto?" -Benedicto XVI, en las mismísimas puertas de Auschwitz. Me encanta que este hombre se haga esas preguntas, porque son las que cualquier persona que crea en la existencia de un Señor omnipotente debería hacerse ante la contemplación del genocidio nazi.
Lo que me intriga es que se haga el loco e intente hacernos creer que ignora los motivos. ¿No es él, acaso, el representante e intérprete directo de los designios divinos en la Tierra? Entonces, ¿por qué se hace el tonto?
Actualización (08:28 GMT): ¿Y por qué hace cosas como ésta?
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