jueves, 20 de mayo de 2010

Evo Morales


Teniendo a Evo Morales de visita en nuestro país, los periodistas no han desaprovechado la ocasión para preguntarle cómo es eso de los pollos maricones y las desviaciones transgénicas. El mandatario boliviano ha explicado algo que ya se sabía (si se quería saber, claro): que él jamás mencionó la homosexualidad y mucho menos la relacionaría con la ingesta de alimentos transgénicos y que sus palabras fueron tergiversadas por los medios. De hecho, la palabra 'homosexualidad' es un añadido posterior de la prensa. Él no la citó. Es rigurosamente cierto.

Por eso resulta aberrante que el telediario de Antena 3 persista en la mentira, una vez Evo ha dado sus explicaciones. El indito analfabeto de los pollos no merece crédito alguno, ni para un PP de política cada vez más rastrera ni para la prensa que tiene el deber deontológico de informar o, al menos, de no desinformar. Para retratarse aún mejor, Antena 3 se ha regodeado en los balbuceos de un indígena sin apenas estudios de básica, mediante cortes que registraban todos y cada uno de los tropiezos que sufre mientras lee -como buenamente puede- las notas que le pasan. El montaje de la noticia siguió un guión más bien propio de películas americanas de teenagers y chulillos de equipos de rugby. Un guión plano y manido: había que ridicudizarle, como en los chistes de paletos. Les juro que sólo faltaron las carcajadas en off. Pero igual eso ya les pareció demasiado y se cortaron un poco.

Pues bien, este indígena no educado en Harvard es el presidente electo de Bolivia -mal que les pese- y es el impulsor de una nueva Constitución que consagra, por primera vez en la historia de ese país, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, independientemente de su orientación sexual (Artículo 14.II: El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica, estado civil, condición económica o social, tipo de ocupación, grado de instrucción, discapacidad, embarazo, u otras que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de toda persona).

Esta actitud burletera y soezmente clasista, en un medio de comunicación de amplio seguimiento como es Antena 3, no es en absoluto de recibo, así como tampoco lo es la persistencia en la tergiversación de las palabras de Evo Morales para hacerle quedar como un homófobo cuando no lo es. Esto, además, no es achacable sólo a Antena 3. Cuatro tampoco se corta en mantener el titular pese a los desmentidos. Parece ser la última moda en diversos medios que, más que de comunicación, parecen de propaganda. Señoritos que somos.

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