jueves, 12 de noviembre de 2009

Hooligans religiosos


¡Vale ya con lo de mantener los crucifijos en las aulas, hombre! El Tribunal de Estrasburgo lo ha dicho alto y claro: Se ha de respetar la libertad religiosa de todos. No se puede imponer un culto religioso determinado a los demás, por extendido que esté, en el espacio público. Y añado yo que menos aún en el espacio público dedicado al razonamiento y a la ciencia, con los que la fe jamás se ha llevado bien.

Por otra parte, cuando leo la defensa numantina que la ICAR hace de la presencia del crucifijo, apelando, como argumento, a unos presuntos valores que encierra, me quedo asombrado. ¿Es que nadie se ha dado cuenta de que las religiones son como los idiomas, el folklore o las tradiciones propias de cada lugar? Si un religioso nace en Bagdad, acabará siendo musulmán; si nace en Tel-Aviv, acabará siendo judío; si nace en Ciudad Real, será católico. Tan sencillo como cierto. La sola constatación de que la adscripción a cada culto religioso viene claramente determinada por el espacio geográfico en el que se nace debería bastar para que los seguidores de un credo concreto adoptasen cierta postura de humildad y de comprensión hacia los demás credos a la hora de defender sus privilegios particulares. Lo contrario es más bien propio del hooligan pueblerino que mea por las esquinas.

A mí, por ejemplo, me haría feliz que un ovillo de espaguetis con albóndigas presidiera el aula de mi hija, pero entiendo y acepto que no sea así. Podría molestar a los que no son pastafarianos.

Y si alguien se pregunta cómo vamos a llenar el vacío creado por la ausencia de crucifijos, no me parece mala idea optar por la tabla periódica de elementos químicos, un diagrama del cuerpo humano, un mapamundi o, simplemente, por una lámpara. Que eso sí que da luz. Y a todos por igual.

2 comentarios:

  1. Tras conocer la sentencia del TEDH un tipo (por llamarlo de alguna manera) llamado Tarcisio Bertone declaró (entre otras lindezas):"... tenemos que intentar con todas las fuerzas conservar los símbolos de nuestra fé para quién cree y para quién no cree."
    y se queda tan ancho el ... (insulto prohibido).
    Yo pondría los crucifijos al revés (es que tengo esa manía!!!).
    Saludos de Gloria (ya sé que no te gustan los anónimos).

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  2. Y Martínez Camino ha dicho que no importa lo que los políticos tengan que decir, porque la Ley de Dios está por encima de ellos. ¿Y quién administra la Ley de Dios? Aaamigo...

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