domingo, 8 de noviembre de 2009

Berlín, tan lejos, tan cerca...



Mañana, 9 de noviembre, se cumple el 20º aniversario de la caída del muro de Berlín. La unión de dos ciudades en una sola fue el equivalente a la explosión de una supernova sociológica cuyos ecos aún perduran. Pasarán muchas generaciones hasta que algo así vuelva a tener lugar sobre la faz de la Tierra. Si pudiera, ahora mismo estaría en Prenzlauer Berg, Mitte o Friedrichshain para sentirme un berlinés más, en plena fiesta de cumpleaños. Hoy, mi alma está en el cielo sobre Berlín a unos 3.600 kilómetros de aquí y, en este estado, de nada sirve que mi cuerpo desangelado acuda a misa. Pero ustedes vayan, vayan.

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