Quien bien te quiere...

Hay que aborrecer la violencia de género, como hay que abominar de cualquier otra forma de violencia con tendencia a autojustificarse. En este caso, además, la autojustificación es especialmente hiriente, porque se suele escudar en el amor: "Compréndame, Sr. Juez. Le pegué porque la quería. La maté porque era mía." Sólo le faltó mear sobre ella para terminar de marcar territorio.

No hay amor alguno en la anulación del otro. No se quiere a quien se hace sufrir con toda la intención. No se debe aguantar el más mínimo abuso, la más mínima amenaza. Y hasta las burlas y los reproches hay que mirarlos con lupa. Son la antesala de cosas mucho peores que vendrán después. Hay que saber decir a tiempo: "Basta". Tenemos que saber decirlo. Todas y todos. Hoy es el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres. Acabemos también con esta otra versión del terrorismo diario. Estamos en el siglo XXI. Hace ya tiempo que va siendo hora.