Esta canción reproduce en mis neuronas el desierto de Mohave, el cielo azul intenso con sus casi cincuenta grados de temperatura y los agujeros madrigueras de escorpiones y serpientes de cascabel que nos miraban amenazantes la única vez que descendimos del vehículo. Fue un auténtico viaje desde Los Ángeles a Las Vegas y vuelta a Los Ángeles, disfrutado en apenas 24 horas. No recuerdo si algunas de esas horas correspondieron a un domingo, pero creo que no. Al menos, yo no vi ningún cura por ninguna parte. Ni falta que hacía. Feliz domingo a todos.
A Javier Ortiz, algún tiempo después
Hace 1 año
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