Probablemente sea ésta una crónica extensible a toda Alemania, pero a mí me ha pasado en Berlín y por eso es una crónica berlinesa más. He podido comparar el sistema sanitario alemán con el español. En la calidad de los médicos no entro, pero sí en la de los medios y en la eficiencia del sistema. Porque tú vas con tu hija a la consulta que te queda más próxima, que resulta ser privada. Cuando llegas, hay salas de espera separadas para niños o bebés. Me toca la de los niños, que está llena de juguetes y -¡oh, qué cosas!- libros para todas las edades, además de toboganes, escaleras y fichas gigantes de Lego. También hay pizarras y tizas de colores. Empiezas a pensar que tu hija no va a querer salir nunca de allí cuando te viene a buscar la doctora. Auscultación, diga "aaah", ¿te duele algo?, voy a mirarte los oídos, lo que tienes es una gripe, vamos a hacer un exudado a ver qué clase de gripe es, para saber cómo tratarla, sean tan amables de esperar diez minutos hasta que regrese con los resultados de la analítica, es gripe común y mi compañera les extenderá la receta. Recibo cinco medicamentos recetados con sus posologías respectivas bien indicadas, todo estupendamente redactado a máquina, todo magníficamente legible. Aprovecho para aclarar la situación de mi hija que aún no tiene un médico de cabecera. Me explican que no hay que hacer nada, que la médico que la acaba de ver es su médico de cabecera y que siempre podemos cambiar si queremos. Le pregunto cuánto le debo por la consulta (les recuerdo que es una consulta privada) y me contesta que nada, porque mi seguridad social lo cubre. Le damos las gracias y nos vamos a la farmacia a por los cinco medicamentos, Tamiflu entre ellos. Me los dan sin mayor demora y la farmacéutica repasa conmigo las indicaciones sobre la posología de cada uno. Me pregunta si tengo alguna duda, le digo que no y me da los buenos días. Entiendo que no tengo que pagar nada. En Alemania, los niños no tienen que pagar nada hasta que cumplen los 12 años. Los gastos sanitarios corren a cargo de la Seguridad Social y uno entiende perfectamente para qué se pagan los impuestos. ¿De verdad que España está en Europa?
A Javier Ortiz, algún tiempo después
Hace 1 año
ESTE RELATO, SINO FUERA PORQUE LO HACES TU, DIRÍA DE SE TRATA DE UNA NOVELA DE CIENCIA FICCIÓN, O ............. UN MITIN DE UN POLÍTICO HACIENDO CAMPAÑA DE LAS LINDECES QUE PUEDE OFRECER AL PUEBLO LLANO, (OSEA EL QUE NO TIENE PADRINO EN NINGÚN SITIO CLAVE).
ResponderEliminarGRACIAS MIGUELO POR RECORDARNOS QUE EXISTEN ESTE TIPO DE EJEMPLOS DE GESTRIÓN DE ESTADO CON LOS IMPUESTOS DE LOS CIUDADANOS.
Esta entrada, Don Miguelo, confirma lo que llevo casi toda mi vida cuestionando: palabra española (al menos la oficial), farfullo seguro. De mis 45 tacos llevo 30 poniendo en cuarentena lo que nos quieren encajar estos vendemotos. "La mejor Sanidad del mundo". "La mejor policía del mundo"... y bate récords de casos irresolutos. Semos europedos y modelnos, pero lo que mejor vendemos sigue siendo tauromaquia y flamenco, dicen. Osea, toros y pandereta. Despreciando de esta forma la riqueza y variedad de valores que posee cualquier pueblo/s. El mundo envidia nuestra gastronomía, nuestro salero, nuestra sanidad, nuestra policía, nuestro spanish way of life. ¡Qué guays somos! Sal fuera pa que veas qué paraíso tenemos.
ResponderEliminar¡Ñosss!...¡que nivelazo! aqui ni juguetes, ni libros para todas las edades, si acso algun Pronto o Diez Minutos depende del nivel de la consulta y te hubieran jalado un paston por lo privado que no veas...lo de la letra de medico es otro misterio español...y las explicaciones del farmaceutico eso es saber vivir en sociedad, educación, civismo que le dicen.
ResponderEliminarPues todo lo publicado es rigurosamente cierto. Ponga la Biblia y... ¡¡lo juramos!!
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