La Ley Sinde, con todos los buenos propósitos que se le quisieran suponer -y suponiendo, además, que hubiera sido el fruto de una decisión tomada sin la injerencia de los EE.UU.-, es una 'cagada' antidemocrática. Que nadie se soliviante por el término empleado, es así y así hay que decirlo. ¿Lo quieren más claro? Martanauta lo explica así de bien:
"Para que nos aclaremos, hasta el día de hoy, una página web que tuviera links a contenidos con derechos de autor, se denunciaba y, como consecuencia, el creador iba a juicio. A continuación, el juez se ponía manos a la obra, estudiaba el asunto y, aplicando la ley vigente en nuestro país, dictaba sentencia absolutoria, ya que en España no es delito esa práctica. Sin embargo a partir de hoy, con la Ley Sinde, el juez queda como mera figura decorativa, ya que el supuesto delito, no le llega al juez sino a una “comisión”, que una vez que decida, siempre según sus criterios, cerrar la web, se lo comunica al juez y le dice además que ratifique ese cierre. Y a continuación la página se cierra."
Y no se pierdan el ejemplo que pone, para que lo entendamos mejor:
"Supongamos otro tipo de situación, como por ejemplo, una denuncia por… a ver… a ver… algo que esté muy de moda… ¡ah! ya se me ocurre, un político – no daré nombres, pero podéis elegir entre varios- acusado de corrupción. Bien, pues, según la Ley Sinde, el tema es muy sencillo: en vez de denunciar el hecho ante un juzgado, el asunto de la supuesta corrupción se envía a una “comisión”, compuesta no por jueces, o abogados, o fiscales, no, compuesta por supuestos “expertos” del Ministerio del Interior. Una vez allí, la comisión “decide” que el político ha cometido un delito de corrupción. Se llama al juez y se le dice que ratifique lo que la comisión dice, y a continuación, se mete al pollo en la cárcel, sin juicio ni nada. ¿A que suena raro? ¿A que suena a “tribunal popular” aquí te pillo y aquí te mato? ¿A que suena a inconstitucional? ¿A que suena a burrada? ¿A que suena a atentado contra los derechos fundamentales de las personas?"Seguir leyendo...
Y para cosas como éstas, el PP y el PSOE sí que se ponen de acuerdo. ¡Manda huevos!
"Para que nos aclaremos, hasta el día de hoy, una página web que tuviera links a contenidos con derechos de autor, se denunciaba y, como consecuencia, el creador iba a juicio. A continuación, el juez se ponía manos a la obra, estudiaba el asunto y, aplicando la ley vigente en nuestro país, dictaba sentencia absolutoria, ya que en España no es delito esa práctica. Sin embargo a partir de hoy, con la Ley Sinde, el juez queda como mera figura decorativa, ya que el supuesto delito, no le llega al juez sino a una “comisión”, que una vez que decida, siempre según sus criterios, cerrar la web, se lo comunica al juez y le dice además que ratifique ese cierre. Y a continuación la página se cierra."
Y no se pierdan el ejemplo que pone, para que lo entendamos mejor:
"Supongamos otro tipo de situación, como por ejemplo, una denuncia por… a ver… a ver… algo que esté muy de moda… ¡ah! ya se me ocurre, un político – no daré nombres, pero podéis elegir entre varios- acusado de corrupción. Bien, pues, según la Ley Sinde, el tema es muy sencillo: en vez de denunciar el hecho ante un juzgado, el asunto de la supuesta corrupción se envía a una “comisión”, compuesta no por jueces, o abogados, o fiscales, no, compuesta por supuestos “expertos” del Ministerio del Interior. Una vez allí, la comisión “decide” que el político ha cometido un delito de corrupción. Se llama al juez y se le dice que ratifique lo que la comisión dice, y a continuación, se mete al pollo en la cárcel, sin juicio ni nada. ¿A que suena raro? ¿A que suena a “tribunal popular” aquí te pillo y aquí te mato? ¿A que suena a inconstitucional? ¿A que suena a burrada? ¿A que suena a atentado contra los derechos fundamentales de las personas?"Seguir leyendo...
Y para cosas como éstas, el PP y el PSOE sí que se ponen de acuerdo. ¡Manda huevos!
No la he leído con calma, aunque tiene todos los visos de ser el camino hacía la represión en internet (el ojo que todo lo ve. Y si encima alguien a quien yo admiro como cineasta y tipo inteligente como Alex de la Iglesia ha llegado al punto de dimitir de su cargo de Presidente de la Academia, pues algo no está bien, desde luego, algo huele a podrido.
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