Amador Fernández-Savater fue invitado hace poco a una cena-reunión con la mininistra Ángeles González-Sinde y más de una docena de primeras figuras de las artes y la cultura en general. Se trataba de pulsar sensibilidades acerca del tema de la Ley de Propiedad Intelectual. Amador, tal como se temía, se vio solo ante un bloque de cemento armado -un búnker, como él mismo dice, parecido en su atmósfera al de la película "El Hundimiento"- y casi sin saber qué hacer. Debatió, uno contra quince, todo lo que pudo, hasta llegar a la terrible conclusión de que "es el miedo quien gobierna, el miedo conservador a la crisis de los modelos dominantes, el miedo reactivo a la gente (sobre todo a la gente joven), el miedo a la rebelión de los públicos, a la Red y al futuro desconocido."
Les enlazo aquí con su magnífica crónica del encuentro, casi insuperable desde un punto de vista documental. Cuando pasen algunos años y toda la industria cultural se haya por fin reciclado y adaptado a la nueva realidad tecnológica (no le queda otra), se releerá esta crónica con la perspectiva necesaria. Y entonces se verá -ya lo creo que se verá- la estrechez de las mentes de quienes nos gobernaban en estos años y su cobarde recurso al miedo como la única salida que acertaron a ver.
Les enlazo aquí con su magnífica crónica del encuentro, casi insuperable desde un punto de vista documental. Cuando pasen algunos años y toda la industria cultural se haya por fin reciclado y adaptado a la nueva realidad tecnológica (no le queda otra), se releerá esta crónica con la perspectiva necesaria. Y entonces se verá -ya lo creo que se verá- la estrechez de las mentes de quienes nos gobernaban en estos años y su cobarde recurso al miedo como la única salida que acertaron a ver.
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