miércoles, 12 de enero de 2011

12.870.000 euros


Lo he pasado a pesetas, para hacerme una idea, y me salen 2.141.387.820. Lo paso a palabras, a ver si así lo pillo, porque se me resiste la cifra: dos mil ciento cuarenta y un millones, trescientas ochenta y siete mil, ochocientas veinte del ala. Es un enorme pelotazo que está siendo investigado por el juez Antonio Pedreira (el señor afable que aparece en la foto), en el marco de la ya faraónica operación Gürtel, ese tsunami desbocado de comisiones bajo cuerda que va camino de acabar, para siempre y de una vez por todas, con la vida política de Zapatero hasta defenestrarlo de La Moncloa (porque lo ha creado Zapatero, ¿no?).

Ese monstruo pestilente de mil cabezas (y las que te rondaré, morena) que no para de crecer y de enfangarlo todo (cuentas suizas incluidas) se encuentra diseminado en miles y miles de folios de instrucción, en unas instalaciones sin apenas seguridad ni privacidad (todo el mundo que pase puede oir sin problemas lo que allí se dice) y de tan sólo 40 metros cuadrados. Allí, el juez Pedreira, entre torres de legajos, cuenta con la inestimable ayuda de "medio secretario y funcionarios interinos sin apenas experiencia" para llevar adelante la instrucción de todo el caso. Ha solicitado ayuda con insistencia, para lograr mayor celeridad y acortar los plazos, pero la ayuda no llega. "Veinte (¡20!) meses después de llegar el caso al TSJM, el Ministerio de Justicia no ha ampliado el número de secretarios. Y ni visos de que lo haga." Efectivamente, estamos en el Estado policial que denuncia Cospedal y Zapatero está demorándolo todo, hasta lograr que la cosa prescriba y él pueda así seguir en el poder. Pero de eso nada, porque el PP, que es lo único limpio en todo este fregado, va a ganar por mayoría absoluta, tremenda y aplastante, ahora más que nunca, y todo esto cambiará. Y España, ya sin Zapatero, será por fin un país decente y sin corrupción. ¿Te gustó? Pues dentro de nada ya tienes a la Cospedal diciéndolo, verás tú.

P.D.: Los 12.870.000 euros iban a Suiza en concepto de comisión a una cuenta del tal Francisco Correa. ¿Éste no era, de niño, el compañero de pupitre de Zapatero?

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