Tiene razón don Hugo cuando afirma que José Antonio Labordeta fue de los pocos políticos que salen del politiqueo tal y como entraron: siendo ciudadanos. La mayoría se 'enseñoritean' y se muestran bien pronto encantados con la posibilidad de sentarse a la mesa de los cortesanos. Personalmente, la música de Labordeta, tan marcial en sus hechuras, no me transmite mucho, pero sí su persona. Y hoy, consternado aún por la noticia de su muerte, me siento obligado a rendirle homenaje. A alguien que supo llamar a las cosas por su nombre y, sobre todo, mandar a la mierda al que directamente lo merecía.
A Javier Ortiz, algún tiempo después
Hace 1 año
Estupendas las memorias de su paso por el Congreso... "Memorias de un beduino", creo que se llamaban...
ResponderEliminarUna gran pérdida!