miércoles, 8 de septiembre de 2010

Crónicas de Berlín V


El Volkspark Friedrichshain tiene, además de la Fuente de los Cuentos (Märchenbrunnen) que ya les he citado en una de las Escenas Celestiales, una impresionante montaña central hecha con los escombros de la guerra, una Campana china de la Paz, un teatro-cine al aire libre, tres restaurantes o jardines de cerveza (Biergärten), un lago con patos, muchísimos metros cuadrados donde hacer una parrillada con los amigos, muchísimos más metros cuadrados donde hacer ejercicio o tirarse a la bartola, más de quince pistas de tenis y de voley-playa, un campo de fútbol, tres o cuatro parques de juego infantiles y dos tremendos monumentos: uno a los soldados polacos caídos en la lucha contra el fascismo de Hitler y otro a los brigadistas alemanes caídos en España, en su lucha contra el fascismo de Franco (¡sí, los hubo!... aunque en España nadie los nombre). Da gusto vivir en un país que sabe que el fascismo no es de recibo y que no le permite ni media. Habrán adivinado que el Volkspark Friedrichshain se encuentra en el corazón de lo que acabó siendo el sector ruso inmediatamente después de la contienda mundial, pero debo decir que también hay monumentos en el Berlín occidental en honor a muchas vidas segadas por el fascismo, personas de toda condición y las más diversas ideologías. Igualito que en España, vamos. Por cierto, 'Volkspark' significa 'Parque del Pueblo'.


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