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Yo voy a ir a la huelga general. La razón fundamental es responder a una agresión, la del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a los trabajadores y trabajadoras de este país: la reforma laboral. Por traidor, por sumiso, por hacerle el trabajo sucio a la derecha y, también, porque todos sabemos que este golpe es el primero pero no el último.A mí me gustaría, en realidad, que en lugar de una huelga, estuviéramos apoyando a un gobierno que diera la cara por nosotros contra quienes generaron la burbuja inmobiliaria, contra los que inventaron las sub-prime, contra los que desregulan la economía, especulan con las materias primas, las vidas humanas y la soberanía de los países. Pero no, no es ésa la opción del gobierno: en lugar de enfrentarse a los que están en el origen de esta crisis económica, tanto por su concepción de la política -el neoliberalismo-, como por su más absoluta falta de ética, el gobierno de Rodríguez Zapatero responde con el mayor recorte social y laboral de la historia de la democracia. Y ya se sabe que el que es débil con los fuertes y fuertes con los débiles es UN COBARDE. Y además, se nos miente: “no hay otro camino”. Eso es sinceramente mentira. Lo único que pasa es que es más cómodo rendirse y justificarse. No voy a explicar aquí que esta reforma laboral hace el despido más fácil y barato, que no va a crear empleo, que aumentará la temporalidad abusiva, que les da más poder del que ya tienen a los empresarios. Y no lo voy a explicar porque aun siendo grave, a mí me parece que tiene otro problema mayor: el de explicar que los gobiernos son inútiles (gobiernan mientras quieren los mercados), que no hay más política que la de los poderosos, que los ciudadanos y ciudadanas (en concreto hoy, los trabajadores y trabajadoras) no tenemos nada que hacer. Yo voy a ir, con miedo o sin él, a la Huelga General del 29 de septiembre contra los gobiernos del mundo occidental – contra todos los G’s del mundo -, y en particular contra el gobierno de Zapatero. No sólo por no defendernos, sino por no mantener ni siquiera la más mínima dignidad. La crisis es la coartada. No seas inocente. ¡Pásalo!
Ole!
ResponderEliminar¡Yo también!
ResponderEliminarY aprovecho para saludarte.
Jose
yo tambien voy y mi hijo tambien va.
ResponderEliminarYo tambien voy Miguelo
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