700 veces más

Uno de los pilares sobre los que se asienta el sistema capitalista es la muy extendida creencia de que por méritos propios se alcanza cualquier cima que uno se proponga. Un poco de suerte ayudará a trepar, claro, pero el esfuerzo personal es el factor determinante. Y Hollywood se encarga convenientemente de administrar las dosis necesarias del mito del "Self-Made Man" (el hombre hecho a sí mismo) a través de sus películas y a nivel mundial, para que nadie dude de su axiomática existencia.

Puede que todos los habitantes de los países más avanzados se consideren de clase media (¿proletario yo? ¡tururú!), pero lo cierto es que hay clases medias y clases medias. La distancia entre los que más tienen y los más pobres se agranda cada vez más por cortesía de nuestro amadísimo sistema económico. Cada vez más, la riqueza se concentra con progresión geométrica en los sectores más pudientes. Vicenç Navarro nos dice que el presidente de la Lockheed Martin, una empresa militar cuyo cliente más importante es el Departamento de Defensa de EEUU, cobra 26,5 millones de dólares, que es 700 veces más que el salario de un trabajador de tal empresa. 700 veces. Dicen que Obama también quiere acabar con esta auténtica salvajada. ¿Sobrevivirá al intento?

La distancia entre salarios es tan grande, que es prácticamente imposible que el hijo de ese trabajador de la Lockheed Martin pueda competir en igualdad de condiciones con el hijo del presidente de la empresa a la hora de labrarse un futuro. De lo que se deduce que los méritos propios no sirven para nada, si no van provistos de una sustanciosa herencia. Y si no, te quedas donde estabas. O más abajo aún, 'pringao'.

No hay trabajo humano que valga 700 veces más que el trabajo de otro. Bueno, sí que lo hay y es precisamente gracias al capitalismo. Pero no creo que sea justo. Se impone el salario máximo. Aunque sólo sea por tratar de humanizar un poquito la cosa.