"Y de repente el toro miró hacia mí. Con la inocencia de todos los animales reflejada en los ojos, pero también con una imploración. Era la querella contra la injusticia inexplicable, la súplica frente a la innecesaria crueldad."
El comentario que acompaña en internet a la foto y a la supuesta frase de un torero es el siguiente: "Esto es una versión real, dicha por el torero de la foto, quien dejó de torear desde ese momento y se volvió activista en contra de las corridas de toros."
No sé si esto cierto o ficción -en caso de ser cierto, el talento como literato no desmerecería el que tuviera como torero-, pero me parece que resume perfectamente la esencia de esas corridas que el PP reinstaura tan alegremente en la televisión que pagamos todos... y en horario infantil.
Injusticia inexplicable, innecesaria crueldad, muestras de un sadismo sociológico que creíamos superado, pero que, al parecer, forma parte del ADN de las derechas patrias. Impasible el ademán.
Lamentablemente en esta ocasión no puedo estar de acuerdo totalmente con usted, D. Miguelo... sólo por un ¿nimio? detalle. En españa (nótese la minúscula) la crueldad no sólo está instalada en el ADN de "las derechas patrias". Ejemplos de rojerío taurófilo hay muchos, incluso intelecuales (hay que joderse, parece un contrasentido). Léase, a modo de ejemplo la entrevista a Carlo Frabetti.
ResponderEliminarhttp://www.gara.net/paperezkoa/20100502/197077/es/Sobre-izquierda-esquizofrenica