La fe tiene estas cosas: como el único requisito para entrar era arrepentirse oportunamente de los pecados cometidos y pedir perdón a dios, allí se juntaban los guionistas y realizadores de exhaustivos documentales sobre la formación de la Tierra y del Universo en secuencias de miles de millones de años, con curas que reducían todo ese tiempo a seis días -más uno de descanso-, o con viceconsejeras de sanidad cuyo máximo mérito en vida habría sido cuestionar que un enfermo crónico viviera 'gratis' del sistema. A unos quizás les pudo la cobardía en el momento postrero, a otros les bastó con seguir ciegamente lo que sus mayores les habían enseñado y a las terceras... bueno, a ésas todavía muchas almas se preguntan cómo demonios se las dejó entrar.
A Javier Ortiz, algún tiempo después
Hace 1 año
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