“Quedan avisados de que, como representantes legítimos de la policía Griega, requeriremos que nos sean emitidas órdenes de arresto hacia ustedes por una gran cantidad de delitos contemplados por la legislación y de acuerdo al Código Penal griego” - la Federación Panhelénica de Oficiales de Policía (POASY). Sus destinatarios son Poul Thomsen, del Fondo Monetario Internacional (FMI), Servaz Deruz, de la Comisión Europea (CE) y Klaus Mazuch, del Banco Central Europeo (BCE). Los cargos que justificarían el arresto de tan insignes prohombres enchaquetados son para echarse a temblar: “extorsión”, “promoción encubierta de la eliminación o reducción de nuestras políticas democráticas y de la soberanía nacional” y de “interferencia en procesos legales esenciales” del Estado. Esto sí que es una policía como dios manda (que diría Rajoy).
¿En Grecia huele a claveles o sólo me lo parece?
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