De niño no me perdía ninguna de Jerry Lewis. Me resultaba un tipo genial y me mataba a carcajadas con cada una de sus muecas y excentricidades. Me hacía sentir muy bien, casi en el cielo. Lo entenderán perfectamente con la muestra que hoy les traigo. Y ahora díganme, ¿cómo pretenden los 'curascaraslargas' -esos transmisores en exclusiva de la Palabra Divina y de la esperanza- superar esto? Feliz domingo a todos.
A Javier Ortiz, algún tiempo después
Hace 1 año
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