Sitting on the dock of the bay
Watching the time roll away
Sitting here resting my bones
And this loneliness won't leave me alone
Hay veces que me falta el sonido del mar, el rumor de las olas. Hoy es uno de esos días. Por suerte, tengo a Otis Redding y sus canciones. Y ésta, en particular, me sitúa en plena orilla de Long Beach, con el Océano Pacífico ante mis ojos. La música, siempre al rescate de las almas voluntariosas o desasistidas. Mejor que cualquier consuelo religioso, se lo aseguro. Que Vds. lo disfruten y feliz domingo a todos.
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