Habrá gente que lo pasará mal, familias ganaderas de recia estirpe que ganarán menos dinero, vendedores de muletas y banderillas sin clientela, bordadoras de trajes de luces sin ocupación... y mucho personal de las plazas de toros que se quedará en la calle. Además, desaparecerá el toro bravo -o bravío, que no sé- de las dehesas. Quién sabe si incluso las propias dehesas. Desaparecerá el arte entero, a decir de algunos, y desaparecerá el símbolo nacional cual cabellera de Sansón, a decir de otros. España se quedará en la sombra de lo que fue. Es el retrato de un oprobioso descenso más al rincón de la historia. Eso dicen.
Cambiarán muchas cosas el día en que España deje de reconocerse en una fiesta deplorable en la que un animal es maltratado salvajemente. Puede que no por ello salgamos de ese temido rincón de la historia al que nos ha abocado Zapatero él solito y con toda su mala leche, pero, al menos, seremos mejores. Y créanme, se puede vivir sin toros perfectamente. Todo aquél que quiera podrá seguir paseando la nacionalidad española por el mundo con orgullo. No habrá problema alguno. El que quiera. Juraíto. No pasa nada. Palabra de canario.
creo que preocuparnos ahora de los toros es una estragegia de estos gobiernos para que pensemos en lo que de verdad es opinable,hay 5.000.000 millones de parados en ESPAÑA , y un monton de gente a punto de romper la cuerda en la cual hace tiempo que se mantienen,con respecto a los toros te quiero hacer una pregunta hablas de que se puede vivir sin los toros,es posible,pero no podemos olvidar lo que somos y lo que hemos sido,porque todo lo que nos ocurre hoy es consecuencia de lo que hemos hecho,nuestra historia esta ahi ,y creo que es una falta de respeto olvidar a todos aquellos que formaron parte de esta historia.
ResponderEliminarUn saludo,y sigue escribiendo que lo haces muy bien,es mi humilde opinion.
Gracias por tus comentarios, Lorenzo. Sé que hay muchas prioridades y que los toros no son una de ellas, pero no por eso vamos a dejar el tema de lado. Se puede pensar en lo prioritario y, a la vez, en lo secundario y hasta en lo intrascendente. Es lo grande del pensamiento humano, que no sólo se preocupa por lo que le es vital, sino que se conmueve también con las cosas más superfluas. Y en ésas estamos.
ResponderEliminarNo hablo de olvidar nuestra historia y mucho menos de faltar al respeto a nadie. Hablo de querer ser mejores. Objetivamente mejores. Y alguien que sabe vivir sin el sufrimiento de un animal es, obviamente, mejor que el que no sabe. Eso es todo.
Estoy contigo Miguelo! Podemos vivir sin toros (y sin otras fiestas bárbaras que aún mantenemos en España) y la experiencia la tenemos en nuestra tierra!
ResponderEliminarAida