viernes, 11 de junio de 2010

La superaraña de cristal


Rajoy se ha sentado con artistas del teatro, en plan última cena, para ofrecerles su apoyo y, a qué engañarnos, para recabar el apoyo de éstos. El mensaje que hay que transmitir es que la cultura ha abandonado la ceja para instalarse en la barba. Por eso mismo, el encuentro se ha escenificado con exquisito mimo, sin dejar nada a la improvisación. Hay una foto que refleja muy bien la atmósfera que envuelve toda la ceremonia. Es ésta. Manténganla un momento en sus monitores. Les doy unos minutos para que se sirvan un copón de Carlos III y se enciendan un puro de los buenos.

¿Ya? Perfecto. Observen con detenimiento esos cortinajes rojos del fondo, los claroscuros de luz tamizada y esa disposición discipular de todos en torno a Mariano, céntrico e iluminado. Esas miradas en escorzo a la cámara, ¿no les retrotraen a los mejores cuadros del Renacimiento? Reparen por último en la araña de cristal que hay en la parte superior de la foto (sí, hay una, fíjense bien). Contemplen la magnificencia del conjunto y sean sinceros conmigo: ¿No sienten ustedes que están siendo testigos privilegiados de un acontecimiento histórico? ¿No presienten desde ya el inminente advenimiento de una nueva era de resplandor de la cultura española? ¿...un nuevo Siglo de Oro? Igual que sucede cuando contemplan por televisión los repujados y molduras doradas que campean en todos los rincones de nuestro Congreso, ¿no se sienten ustedes cohibidos ante tamaño despliegue de cultura de la buena en tan poco espacio? (Moragas aparte, claro).

1 comentario:

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