sábado, 21 de enero de 2012

Escenas Celestiales CXLIV



Llegó como quien no quiere la cosa, entró por aquella pedazo de puerta y se puso a mirar a su alrededor durante apenas cinco minutos. Ese tiempo le bastó para tener claro que lo último que haría en su vida muerte sería quedarse en aquel sitio. Porque ante su mirada desfilaban los pastores adventistas y los telepredicadores más rancios que imaginarse pueda, entre un fuerte olor a laca y maquillaje, capirotes del Ku-Klux-Klan y cruces ardientes. Las planas mayores de los políticos ultraconservadores (Margaret Thatcher, Ronald Reagan, Fraga) se refocilaban con dictadores de solera (Pinochet, Somoza, Franco), al verse ganadores del cielo eterno que siempre sintieron suyo y por ser éste exactamente como lo pintan las iglesias más conservadoras del mundo (¡vétete por ahí con la tabarra de las Bienaventuranzas, pringao!).

Todo correcto y en plena coherencia con el ideario que dio lugar a todas las Cruzadas de la historia, lo que no cuadra es que se empeñen en decir que su dios es todo Amor, ¿verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se permite la entrada, cómo no, a todas las ideas.
Se prohíbe la entrada, cómo no, a cualquier insulto.