Si usted reside en España, es probable que no haya visto hace unas horas la espléndida final del mundial de la FIFA que enfrentaba a las selecciones de EE.UU. y Japón. Es probable que no haya visto -y desde luego no en su bar de costumbre- un partido intensísimo como pocos, con empate al final de cada medio tiempo, prórroga con nuevo empate y lanzamientos de penalties tan brillantes como el de Wambach. Usted tal vez ignora que Japón se ha impuesto finalmente a EE.UU., por 3 penalties a 1 y contra todo pronóstico (Japón jamás había vencido a la locomotora bicampeona). Lamentablemente, usted se ha perdido una exhibición de tesón y deportividad fuera de lo común. Se ha perdido presenciar y regocijarse con un pedazo importante de la historia del deporte rey. Y se lo ha perdido, porque usted vive en España y porque quienes han jugado en esta Copa del Mundo -celebrada en Alemania, con enorme afluencia de público y cobertura de los medios- no han sido hombres, sino mujeres. Y el fútbol femenino, en España, ni siquiera se imagina. Y menos en un bar y con cervezas. Una lástima.
A Javier Ortiz, algún tiempo después
Hace 1 año
Vente pa' Alemania, Pepe!!
ResponderEliminarPues sí, Pepe. Una lástima que, después de cincuenta años transcurridos, en algunas cosas todavía estemos en las mismas.
ResponderEliminar