En plena Era de Acuario

Leí en algún sitio hace unos días que, en plena resistencia francesa a la ocupación nazi, guerrilleros comunistas y guerrilleros de derechas se pusieron de acuerdo para decidir que educación, protección de la infancia, seguridad social, igualdad, jubilaciones, propiedad pública de los grandes medios de producción y dignidad para los trabajadores eran el progreso.

Estas gentes, descendientes de la Revolución Francesa, ganaron la batalla frente al invasor y acabaron redactando y rubricando el Acta Universal de los Derechos Humanos, para que nunca se volviera a repetir la experiencia de las guerras mundiales y para que la especie humana pudiera dedicarse a las tareas de reconstrucción con la esperanza de un mundo mejor. Pese a los enormes destrozos de la guerra, lo lograron y construyeron una de las sociedades más igualitarias, cultas y prósperas que existen.

O existía, más bien. La están desmantelando sin pausa y no son las ideologías de izquierdas o de derechas las que garantizan, acaban o impiden -según el caso- el noble acuerdo que nos civilizó entonces. Según acabamos de ver, los partidos políticos en el poder son los cómplices necesarios del desaguisado, pero no su origen. Hay que decirlo bien claro: Los que se lo están cargando todo son los especuladores -eufemísticamente llamados 'los mercados', aunque en realidad se trate de personas concretas, con nombres y apellidos-, con su carga de egoísmo 'salvador' y profundamente individualista al que los gobiernos de todo signo y condición rinden pleitesía.

"¿Cómo puede ser que hoy falte dinero para mantener y prolongar esas conquistas, cuando la producción de riqueza ha aumentado considerablemente desde la liberación, un período en que Europa estaba arruinada?" - le preguntan a Stéphane Hessel, y la respuesta es meridiana: "Pues porque el poder del dinero, tan combatido por la Resistencia, nunca ha sido tan enorme como ahora, insolente, egoísta, y equipado con sus propios siervos, colocados hasta en las más altas esferas del Estado".

Es ladrón el que te roba dinero, sí, pero mayor ladrón es quien te roba la esperanza. Y éstos impresentables están haciendo lo uno y lo otro. Y además en plena Era de Acuario. ¡Manda huevos!