“Es preciso someter a un mayor control y fiscalización los ingresos, el patrimonio, las actividades privadas y las actuaciones públicas de todos los cargos públicos. Por ello, publicaremos las retribuciones íntegras de los cargos públicos y electos, directivos y personal de confianza de las instituciones y de sus gastos de representación.”
La realidad es que el partido se ha negado, de forma reiterada, a facilitar los sueldos de sus cargos y tampoco ha confirmado o desmentido los 200.000 euros anuales que, según Público, cobra Rajoy. El único sueldo que se conoce es el de la secretaria general, María Dolores de Cospedal: percibió 240.000 euros en 2009. Pero esos datos no los declaró de forma voluntaria, sino obligada por una ley de las Cortes de Castilla-La Mancha, donde es diputada. Cuando José Bono y Javier Rojo reclamaron medidas para aumentar la transparencia de diputados y senadores, el PP planteó que se conociese una cifra global del patrimonio de los parlamentarios y se mantuviese la privacidad sobre sus rentas o ingresos.
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