lunes, 16 de febrero de 2009

Cómo es eso...


(Publicado el pasado viernes 13, en La Provincia:) "El titular del Juzgado de lo Civil número 9 de Las Palmas de Gran Canaria, Tomás González, ha condenado a la concejala de Santa Brígida Victoria Casas, en la oposición, por las descalificaciones de varios internautas desconocidos emitidas en su blog digital contra el alcalde y dos ediles del grupo de gobierno de la villa."

Me enteré de la noticia gracias a un comentarista de este blog, que me advirtió del peligro que corría si a los comentaristas anónimos les daba por insultar en él. Como prueba, me remitió al artículo de marras. Yo, qué quieren que les diga, trato de identificar el ingrediente de justicia que por fuerza ha de estar contenido en la sentencia, pero miren que me cuesta.


De entrada he de decir que desconozco las leyes o la jurisprudencia que puedan afectar directamente a esta cuestión, así que lo que voy a decir no deja de ser la humilde opinión de un completo ignorante que se aferra desesperadamente a la razón como tabla de salvación en este proceloso mundo.


Algo se me escapa, sin duda, porque hacer responsable a alguien de lo que hagan otros me parece, en esencia, contrario a derecho y, claro, un juez jamás apoyaría algo así. Si yo fabrico cuchillos y otros los emplean para matar, ¿se me puede acusar de asesino, o de cómplice del asesinato? Si yo abro las puertas de mi casa y entre mis invitados se cuela un desconocido que aprovecha la coyuntura para hacer de las suyas (robarme, plantar cámaras para espiarme o tomar la palabra para hacer apología del terror), ¿la culpa es mía? Puedo habérmelo buscado, sin duda, por ingenuo y descuidado, por no haber puesto un securitas en mi puerta o por haberme distraído en la fiesta, en lugar de pasar revista a mis invitados cada cinco minutos, como seguramenbte haría cualquier persona cabal. Soy un simplón, vale, pero de ahí a ser el responsable legal de un delito, creo que debería existir un trecho... de varios kilómetros.
Pero apuntemos directamente a las lesiones en el honor: Si en la fachada de un edificio cualquiera aparecen pintadas denigratorias o insultantes, ¿sería justo demandar a la comunidad de ese edificio? Y si las pintadas aparecen en el zagúan o en el descansillo de las escaleras, ¿qué hacemos?, ¿a quién le damos el tortazo? En todo caso, cabría encomendarle a la comunidad el urgente borrado de las pintadas, sin más, pero hacerla culpable de su contenido es... absolutamente perverso. Pues la sentencia, me da la impresión, viene a hacer precisamente eso,
condenando a la moderadora al pago de una multa de "4.400 euros por intromisión en el derecho al honor y la dignidad de los demandantes". Convendrán conmigo en que, si lo que se busca es quitar al personal las ganas de publicar blogs, u obligarle a dedicarle todo su tiempo para someterlos a constante revisión, la medida viene a ser de lo más efectiva.

No sé si las anteriores analogías con situaciones del mundo real tienen algún sentido a estas alturas, pero me he visto en la obligación de hacerlas. Si lo que hay detrás de esta sentencia es un desconocimiento de la mecánica habitual de un blog, tiempo habrá de recurrirla. Si la sentencia se ajusta a la ley, entonces es la ley la que debería ser revisada (palabra de ignorante, les recuerdo).

Yo, por si acaso y sintiéndolo mucho, sólo podré permitir la entrada a los comentarios de aquellas personas que previamente se identifiquen. Y es una pena, digo, porque yo, por timidez, inicié en su día mi participación como comentarista en la blogosfera en calidad de perfecto anónimo, y me hubiera gustado devolver el favor ahora desde este blog. Pero va a ser que no, por si algún
troll se siente invitado a la fiesta.

1 comentario:

  1. Miguel, me alegro de haberte sido útil. No entro en si la interpretación actual de la ley es justa o injusta... pero es lo que hay ahora y como vi que en un futuro podría afectarte, te advertí...
    Te diría que no hace falta que tus "comentaristas" se identifiquen - entre otras cosas, ¿cómo podrías asegurarte que son quien dicen ser? ;-)
    Lo que debes hacer es habilitar una opción que tiene 'blogger' (creo) que es que los comentarios no aparecen automáticamente, sino que deben ser moderados (autorizados) por ti como dueño del blog. Así, autorizarás los comentarios que no puedan calificarse de "delictivos" y recharazás los que son insultantes... (esto debes hacerlo con cierta periodicidad para que los "comentaristas" no se frusten por no ver sus comentarios publicados...)
    Vamos, te conviertes en un censor... ;-) Lo siento... aunque no tengo nada que ver con jueces ni legisladores... :-))

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