Visto en el blog NOTITIA CRIMINIS: La estrecha relación entre Rafael Santamaría -dueño de Reyal-Urbis- y José Bono está empezando a despedir un fumus malus iuris muy preocupante… para Bono.
¿Por qué le paga Santamaría a Bono los gastos de decoración de su casa?
¿Por qué Bono acepta la dádiva con tanta desenvoltura?
¿Por qué se falsea el concepto de la factura y se escribe en ella “decoración piso piloto”?
¿No tiene Bono para pagar unos cuantos cojines de corazón y unas cuantas litografías con los conejitos de Beatrix Porter?
¿Por qué un “contable” estrechamente ligado a Santamaría —Fernando Montalvo Llanos— actúa como administrador de las empresas de Bono?
¿Pagó Bono su estancia o sus estancias en el hotel de Santamaría en Baqueira?
¿Utiliza otros inmuebles propiedad de Santamaría, gratia et amore, para su recreo y el de su familia?
¿Qué pintaba la veinteañera Ana Bono Rodríguez en el consejo de administración de un gigante inmobiliario como Reyal-Urbis?
¿Por qué tanta prisa en abandonarlo cuando su padre aceptó volver a la política?
¿Tuvieron los apartamentos de Estepona un precio de amigo?
¿Quién está pagando las reformas de la casa de la C/ San Justo y la estancia de los albañiles en Madrid?
¿Cuántas dádivas más tiene Bono que agradecer al amigo Santamaría?
¿Cómo ha correspondido Bono a tanta largueza y liberalidad si es que no tiene por hábito comer, vivir y regalarse a costa ajena?
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