Hace apenas dos años, todavía se hablaba de refundar el capitalismo. Hoy estamos inmersos de lleno en el neofeudalismo. En lo político, cualquier cosa se antoja ya posible, salvo la preservación de la democracia en la que nos dicen que vivimos aunque anda reducida prácticamente a escombros. Hago mías las palabras del blog "Moscas en la Sopa":
"Llegados a este punto, creo que deberíamos poner las cartas sobre la mesa. Si nuestro gobierno es impotente para poder hacer nada que no le digan en Europa y nuestro parlamento es papel mojado que delega las decisiones más importantes que nos afectan en otras instancias, deberíamos ahorrar en intermediarios.Yo quiero saber quien nos gobierna. Pero con nombres y apellidos, que a mi eso de “los mercados” me parece falaz. Quiero ponerle cara a los que deciden. A los que realmente mandan. A los que pedirles cuentas. En realidad, lo que quiero es elegir mi propio destino. Y con esto quiero decir que en esta etapa crucial que parece habernos tocado, yo quiero más democracia. Quiero que mi gobierno someta a la consideración de los ciudadanos las medidas que van a tomar. Quiero que la ciudadanía elija la política fiscal y los sacrificios que haya que hacer. No me valen discursos neotécnicos diciendo que como somos gilipollas y no entendemos la diferencia entre una subprime y un berberecho no podemos ni debemos ni opinar ni decidir.
Si es la hora de hacer el mayor recorte de la historia de la democracia, también puede ser la hora de cuestionar todo el armazón en el que se sustenta este chiringuito en el que la banca siempre gana.
Es la hora de recuperar el verdadero sentido de la palabra Democracia. Es la hora de que nos devuelvan el poder."
Llegados a este punto, no me extraña nada que el bien pagado de Aznar pida poner límites a la democracia. Puede que parezca casualidad, pero él, tonto, lo que se dice tonto, no es.
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