Es, sin ningún género de dudas, la colleja mejor ilustrada del cómic nacional patrio. Manel Fontdevila exprime su genio para retratar a la perfección el rapapolvo que un Fabra espabilado le hace a un Camps turulato. La colleja no se vé, pero se siente. Vaya si se siente. Me sigo riendo cada vez que veo la viñeta. Espero que la disfruten, al menos la mitad que yo.
A Javier Ortiz, algún tiempo después
Hace 1 año
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