lunes, 18 de julio de 2011

La Final del Mundial de Fútbol


Si usted reside en España, es probable que no haya visto hace unas horas la espléndida final del mundial de la FIFA que enfrentaba a las selecciones de EE.UU. y Japón. Es probable que no haya visto -y desde luego no en su bar de costumbre- un partido intensísimo como pocos, con empate al final de cada medio tiempo, prórroga con nuevo empate y lanzamientos de penalties tan brillantes como el de Wambach. Usted tal vez ignora que Japón se ha impuesto finalmente a EE.UU., por 3 penalties a 1 y contra todo pronóstico (Japón jamás había vencido a la locomotora bicampeona). Lamentablemente, usted se ha perdido una exhibición de tesón y deportividad fuera de lo común. Se ha perdido presenciar y regocijarse con un pedazo importante de la historia del deporte rey. Y se lo ha perdido, porque usted vive en España y porque quienes han jugado en esta Copa del Mundo -celebrada en Alemania, con enorme afluencia de público y cobertura de los medios- no han sido hombres, sino mujeres. Y el fútbol femenino, en España, ni siquiera se imagina. Y menos en un bar y con cervezas. Una lástima.

2 comentarios:

  1. Vente pa' Alemania, Pepe!!

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  2. Pues sí, Pepe. Una lástima que, después de cincuenta años transcurridos, en algunas cosas todavía estemos en las mismas.

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