lunes, 16 de agosto de 2010

No nos podemos ir...


Las potencias occidentales no pueden abandonar Afganistán así, tan de repente y dejándolo a su suerte y, para que quede claro por qué, la revista Time dedica su portada a Bibi Aisha, una joven mutilada por su esposo, conforme a la tradición (eso que tanto gusta de ensalzar Rajoy) y a las costumbres talibanes. Atendiendo al argumento, cualquiera pensaría que la foto es anterior a la presencia de la OTAN en aquellos lares -hace ya casi dos lustros-, cuando en realidad es del año pasado. Si nos vamos ahora -nos vienen a decir-, todas las mujeres afganas acabarán así o peor, las pobres.

Siete años son tiempo más que suficiente para prohibir por ley la mutilación por motivos de honor o los que sean, haya guerra o no en el país. Si no se ha hecho esto ya, es porque no interesa o no conviene... y en ésas estamos. Los datos demuestran que la presunta occidentalización/democratización de la región ni está ni se la espera. Y los hechos demuestran, además, que los civiles afganos caen como moscas cada vez que la OTAN emplea sus particulares medidas 'democratizadoras'. Lo bueno es que nadie sale mutilado de esas operaciones. Vivo tampoco, ciertamente, pero eso es lo de menos, ¿no?

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