martes, 22 de diciembre de 2009

Haidar ya está en Tegucigalpa


Cuentan las crónicas que la policía y el ejército rodean la casa de Aminetou Haidar, para convertir en confinamiento lo que debería ser simplemente un hogar. Ella ha vencido y ya está con los suyos. Pero la alegría compartida por el feliz desenlace de su situación personal no debe hacernos olvidar que a este largometraje le quedan todavía muchos minutos para que acabe, que el villano sigue en su puesto y que hay siete detenidos saharauis en peligro de ser ejecutados por mantener las mismas reivindicaciones que Haidar. La consigna de los medios parece clara: superado el meollo del cogollo de la dichosa huelga de hambre, no se hable más y a otra cosa, mariposa.

El caso de Honduras es parecido: también se ha cernido sobre nosotros un silencio sepulcral de lo que sucede en el país. Hacía falta que se celebrasen las elecciones 'democráticas' de noviembre para que la presencia de Honduras en los medios -y de los medios en Honduras- acabase de una vez. Cuentan las crónicas que la policía y el ejército rodean la embajada de Brasil, para convertir en confinamiento lo que debería ser simplemente una sede diplomática a respetar. Zelaya está abandonado a su suerte por la comunidad internacional, con el único respaldo de Brasil. El villano -Micheletti- también sigue en su puesto. En el silencio informativo reinante, no cabe descartar próximas acciones de las fuerzas militares para arrestarle. Pero ha habido elecciones y no hay más que hablar.

El propósito es que la gente se vaya olvidando de estas cuestiones y que se preocupe por lo que de verdad le interesa, como siempre nos recuerda Mariano. El célebre "Hága usted como yo. No se meta en política." impregnará nuestras neuronas y actitudes. La memoria social es tan dúctil y ligera... Basta con no nombrar más El Aaiún o Tegucigalpa. La gente acaba olvidándose y se despeja el terreno para continuar con la injusticia. Todo se mezcla en la confusión del silencio. Así es como funciona el tema. Honduras y Sáhara. Sáhara y Honduras. En ambos casos, los medios están ya a otra cosa, mariposa.

1 comentario:

  1. Acertadísimo post, mi querido amigo; la conspiración del silencio que se llama. La misma táctica que hubiese utilizado, de haber podido, nuestro insigne Papa, para beatificar a su antecesor, Pío XII, el "Papa del silencio", el cual habitó el Vaticano durante el exterminio nazi y no fué capaz, si quiera, de pronunciarse al respecto.

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